Tras Portland, FOCSA y Zaragozano

La verdadera estrategia de expansión hacia fuera de Conycon no la iniciarían hasta el año 1980, cuando empiezan a comprar, con su permanente táctica de "goteo", acciones de la cementera Portland Valderrivas, empresa del grupo Banesto, de la que poco a poco adquieren los paquetes que salían a Bolsa sin forzar al alza los precios (cuatro años después ya tenían el 29%) y luego aprovecharon la liquidación de activos de Banesto para quedarse con otro 18%.

Así, con apenas 3000 millones de pesetas de inversión, llegaron al 47% y a hacerse con la gestión de una empresa que en 1989 ya valía en Bolsa unos 80.000 millones de pesetas. Valor creado mayoritariamente por la decisión de los Albertos de construir Torre Picasso, el mayor edificio de Madrid, en la que Portland invirtió apenas 14.000 millones de pesetas y en 1989 ya valía 90.000 millones de pesetas, de los que un 80% eran de la cementera.

También en 1980, cuando habían logrado diversificar Conycon elevando su participación en las contratas de servicios con los ayuntamientos desde menos del 25% a más de 50%, los Albertos se fijan como objetivo estratégico la compra de su mayor competidora en este frente: Fomento de Obras y Construcciones (FOCSA), empresa de origen catalán creada en 1904 y que por entonces carecía de un propietario claro, siendo su presidente y posterior vicepresidente José Torra Martí, tío de Alberto Alcocer Torra. Pero Con la misma táctica de "goteo" y de la mano del Banco Santander, con cuyo fundador Emilio Botín padre los primos se entienden a las mil maravillas, Conycon ya tenía en 1986 el 41% de FOCSA sin haber invertido mas que 2.800 millones de pesetas, participación que al año siguiente elevan al 47% aprovechando la crisis de la Bolsa. El resultado es que se hacen con la gestión por un total de 4.000 millones de pesetas, cuando las bolsas ya valoraban la empresa en casi 70.000 millones de pesetas.

Casi al mismo tiempo que en Portland y FOCSA, los Albertos se fija como objetivo la entrada de Conycon en el Banco Zaragozano, aunque en este caso --y a diferencia del Banco de Fomento-- pretenden desde el principio hacerse con el control. El propio presidente Moisés Calvo, ajeno a sus propósitos, les vende un 3%, tras lo cual compran un 6% a Banesto y otro 10% al Central, de manera que en 1984 Conycon ya era el mayor accionista y empiezan a reclamar la gestión. Poco después el Santander les vende otro 8%. Así, ese mismo año, los primos controlaban ya el 34%, que les había costado un total de 3.500 millones, cuando cinco años después el Banco Zaragozano era valorado por la bolsa en más de 50.000 millones de pesetas.

0 comentarios:

 
Elegant de BlogMundi